
La lucha contra el contrabando en Colombia enfrenta un nuevo y desafiante capítulo, con la Fiscalía General de la Nación a la cabeza de una investigación que podría desmantelar una de las redes más importantes de contrabando en el país. Según informes recientes, se identificaron cinco destacados ‘zares del contrabando’ que han dividido los puertos colombianos para facilitar el ingreso ilegal de mercancías.
Entre ellos se encuentra Diego Marín Buitrago, conocido como “Papá Pitufo” o simplemente Hugo, quien ha operado desde dos de los puertos más estratégicos de Colombia: Buenaventura y Cartagena. Su control sobre estas rutas ha permitido un flujo constante de productos ilegales, incluyendo cigarrillos, licores, textiles y calzado, que se distribuyen a lo largo y ancho del territorio colombiano.
Un Sistema de Sobornos y Corrupción
Las investigaciones revelan que ‘Papá Pitufo’ implementó un sofisticado sistema para neutralizar la vigilancia aduanera, sobornando a funcionarios activos y retirados de la Policía Nacional y de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA). Según las declaraciones obtenidas por la Fiscalía, Marín Buitrago pagaba sueldos mensuales a ciertos coroneles para evitar que se realizaran operativos contra sus envíos de contrabando. En un diálogo con uno de estos oficiales, Marín afirmó que “los zares del contrabando transformaron el negocio”, lo que sugiere un cambio en las metodologías delictivas para eludir la ley.
Además de ofrecer dinero en efectivo, los sobornos se diversificaron a través de lujos materiales, incluyendo arrendamientos de apartamentos costosos y la entrega de vehículos y dispositivos móviles de alta gama. Esta estrategia ha facilitado la operación del contrabando en un entorno donde las autoridades han estado en constante alerta.
Réplicas en los Puertos del País
La investigación de la Fiscalía ha revelado que otros cuatro zares, además de “Papá Pitufo”, han establecido sus propias zonas de influencia, controlando diferentes puertos del país. Estos son:
Puerto de Barranquilla: El más grande del Caribe colombiano y un punto clave para la entrada de mercancías.
Puerto de Santa Marta: Focalizado en la exportación de carbón, también es uno de los más relevantes de Suramérica.
-Otros puertos relevantes incluyen Tumaco, Urabá, San Andrés, Ciénaga y el Golfo de Morrosquillo.
A través de estos puntos, se moviliza aproximadamente el 97% de las mercancías que ingresan a Colombia, lo que convierte a estos espacios en nodos cruciales para la economía y la seguridad del país.
Como va el Caso en la Marcha:
Ante la magnitud del problema, la fiscal general (Luz Adriana Camargo) ha ordenado la creación de un Grupo de Tareas Especiales para investigar este macro caso. Este grupo está compuesto por fiscales especializados que se encargarán de examinar no solo el comportamiento de los contrabandistas, sino también las implicaciones corruptas que podrían involucrar a funcionarios de alto rango y, potencialmente, a congresistas.
Con un sistema tan arraigado en la corrupción, el desafío para la Fiscalía es monumental. A medida que avanza la investigación, se espera que se desvele un entramado aún más amplio, que pueda incluir a elementos en el Gobierno y en el Congreso que han permitido que estas organizaciones operen con impunidad.
La situación que enfrenta Colombia respecto al contrabando no solo es un problema de seguridad, sino también una cuestión de gobernanza y confianza pública. La investigación del ‘zar del contrabando’, Papá Pitufo, y la amplia red que ha tejido evidencia la necesidad de un enfoque coordinado y firme para erradicar la corrupción y restaurar la integridad de las instituciones del país. A medida que se desarrolle este caso, el futuro del control aduanero y la lucha contra el contrabando en Colombia se encuentra en una encrucijada crucial.