El futuro del sistema pensional en Colombia ha entrado en una fase de incertidumbre, marcada por la reciente suspensión de la reforma pensional por parte de la Corte Constitucional. Este cambio ha dejado a millones de colombianos en un estado de limbo respecto a sus expectativas de jubilación y la sostenibilidad del sistema. En este artículo, exploraremos en detalle el estado actual de la reforma, sus implicaciones y lo que se espera en el futuro.
Reforma pensional: estado actual y contexto
La reforma pensional, conocida como Ley 2381, fue sancionada en 2024 con la promesa de transformar la manera en que los colombianos acceden a su jubilación. Este nuevo sistema se basa en un modelo de pilares que busca mejorar la cobertura y la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, en junio de 2025, la Corte Constitucional suspendió su implementación debido a irregularidades en el proceso legislativo, particularmente en la Cámara de Representantes.
La Corte identificó vicios de trámite y ordenó la devolución de la ley para que fuera subsanada. Hasta que no se repita la votación y se corrijan los errores, la reforma permanecerá en pausa, y el sistema actual seguirá en funcionamiento. Esto implica que el presupuesto para 2026 deberá seguir respaldando un sistema que ya consume más del 3% del PIB en transferencias, sin abordar los problemas estructurales de sostenibilidad que enfrenta.
Impacto de la suspensión en el sistema pensional
La suspensión de la reforma no solo afecta la viabilidad de los nuevos esquemas de pensiones, sino que también mantiene el flujo de cotizaciones bajo las reglas actuales. Esto proporciona un alivio temporal para los fondos privados, que evitan el traslado parcial de aportes hacia el componente público del sistema. Sin embargo, esta situación también genera incertidumbre regulatoria, lo que puede afectar las decisiones de inversión y la confianza de los afiliados en el sistema.
La Corte también determinó que ciertos artículos de la reforma, como el parágrafo transitorio del artículo 12 y el artículo 76, seguirán vigentes. Esto representa una excepción que podría influir en la movilidad de afiliados y los flujos de ahorro, lo que requerirá un monitoreo constante del cumplimiento por parte del Congreso.
Reacciones del sector financiero y de análisis
Analistas de la calificadora internacional Moody’s han expresado preocupaciones sobre el impacto a largo plazo de la reforma. Señalan que el traslado de cotizaciones hacia Colpensiones, que se contemplaba en la reforma, podría reducir la capacidad de financiamiento privado y encarecer el acceso a créditos, especialmente hipotecarios y corporativos. Según el análisis de ANIF, se estima que, de implementarse, la reforma podría resultar en una pérdida de aproximadamente COP 169,7 billones en ahorro pensional nacional para el año 2040.
La situación de los cotizantes y la informalidad laboral
Actualmente, más de ocho millones de cotizantes siguen bajo el régimen vigente, sin cambios en sus condiciones de edad o semanas cotizadas. La “ventana de traslado” establecida por el artículo 76, que permanece activa hasta el 16 de julio de 2026, podría incentivar a muchos trabajadores a cambiar de régimen. Sin embargo, en un contexto de altas tasas de interés (9,25%) y bajo crecimiento económico (2,1%), esta movilidad podría generar una mayor volatilidad en el sistema financiero.
La incertidumbre también afecta a los hogares colombianos, ya que más del 55,2% de los trabajadores se encuentran en la informalidad y no tienen la capacidad de cotizar de manera continua. Esto deja a millones de colombianos sin una expectativa clara de pensión, lo que impacta sus decisiones de consumo, ahorro y endeudamiento en una economía que necesita reactivarse.
Las expectativas políticas y económicas
El futuro de la reforma depende en gran medida de las decisiones políticas. Si el Congreso logra subsanar los errores de trámite y la Corte levanta la suspensión, la reforma podría entrar en vigor con un retraso significativo, pero aún tendría la oportunidad de reorganizar las finanzas del sistema. En caso contrario, el Gobierno se vería obligado a presentar un nuevo proyecto en un entorno político más adverso, lo que podría prolongar la incertidumbre y aumentar el costo fiscal de manera considerable.
El papel de la Corte Constitucional en la reforma
El magistrado Jorge Ibáñez ha abogado por la anulación total de la reforma, alegando que no se ajusta a la Constitución. Este pedido, presentado por tercera vez, resalta la tensión existente entre la necesidad de una reforma estructural y el cumplimiento de los procedimientos institucionales. Colombia se enfrenta a una paradoja: un sistema pensional que ya no responde a las necesidades demográficas, una reforma sancionada pero congelada, y un gasto público que sigue creciendo sin soluciones claras a la vista.
Estructura del sistema pensional por pilares
La reforma planteaba un sistema de pensiones basado en cuatro pilares fundamentales, cada uno diseñado para abordar diferentes necesidades de la población:
- Pilar Solidario: Dirigido a personas mayores de 65 años (hombres) y 60 años (mujeres) que no tienen acceso a una pensión y se encuentran en situación de pobreza. Se otorga una renta básica mensual equivalente a la línea de pobreza extrema.
- Pilar Semicontributivo: Para hombres desde los 65 años y mujeres desde los 60 años que hayan cotizado entre 300 y menos de 1.000 semanas. Proporciona acceso a una renta vitalicia ajustada por inflación y subsidios adicionales.
- Pilar Contributivo: Aplica a todos los trabajadores afiliados al sistema, permitiendo cotizaciones hasta un tope de 2,3 salarios mínimos, con excedentes cotizándose en fondos privados.
- Pilar de Ahorro Voluntario: Para aquellos que deseen complementar su pensión mediante ahorros adicionales voluntarios.
Requisitos para pensionarse bajo el sistema actual
Los requisitos para acceder a una pensión se definen por el número de semanas de cotización:
- Hombres: Se requieren 1.300 semanas de cotización.
- Mujeres: Se establece una reducción progresiva, comenzando en 2025 con 1.275 semanas, hasta llegar a 1.000 semanas en 2036.
Beneficios para quienes no entran en la reforma pensional
El artículo 76 de la reforma previó un periodo de transición para aquellos que no serían afectados por la nueva legislación (mujeres con 750 semanas cotizadas o más y hombres con 900 semanas o más). Este grupo puede trasladarse entre Colpensiones y los fondos privados hasta julio de 2026, incluso si se encuentran a menos de 10 años de alcanzar la edad de pensión.
Si usted se encuentra en esta situación, es recomendable contactar tanto su fondo privado como Colpensiones para recibir asesoría. Este proceso incluye un análisis de los beneficios que ofrece cada entidad, lo que puede influir significativamente en su pensión futura.
Resolviendo dudas sobre la reforma pensional
Aquí respondemos algunas de las preguntas más frecuentes sobre la situación actual de la reforma pensional:
- ¿Está vigente la reforma pensional hoy? No. La Corte Constitucional suspendió su implementación el 17 de junio de 2025. La ley está en pausa.
- ¿Cambió la edad de pensión o el número de semanas? No por ahora. Las condiciones se mantienen bajo el marco vigente.
- ¿Qué significa el sistema de pilares? Reorganiza el sistema en tres niveles (solidario, semicontributivo y contributivo) y redefine cómo se asignan aportes y beneficios.
- ¿Puedo trasladarme de fondo o régimen por la reforma? Puede hacerlo bajo las reglas actuales, ya que la reforma está suspendida.
- ¿Cuándo podría empezar a regir? La fecha original era el 1 de julio de 2025, pero cualquier nueva entrada en vigor dependerá de la revotación en la Cámara y del fallo de la Corte.
La situación del sistema pensional en Colombia es un reflejo de la complejidad de las reformas necesarias para adaptarse a un entorno cambiante. La lucha por una solución que garantice un futuro sostenible para las pensiones de millones de colombianos continúa, y la clave estará en cómo el sistema político y judicial maneje este desafío en los próximos meses.